Urge Coparmex replantear política social

Los programas sociales serían eficaces si hubiesen reducido el número de personas en pobreza, pero eso no ha ocurrido, indica el organismo empresarial

 

De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para este cierre de año calcula que los pobres en México serán 58.1 millones; considerando que las mujeres son más del 50 por ciento de la población, el problema aumenta por la falta de oportunidades.

Ante este escenario, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), indicó que, para revertir esta situación, debe haber un rediseño de programas sociales, así como las políticas públicas sociales.

“Programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro, Becas para el Bienestar Benito Juárez, entre otros, tienen una lógica de justicia social acertada, pero tienen que ser rediseñados, contar con reglas de operación claras, con padrones de beneficiarios confiables y mecanismos de contraloría social que abonen a la transparencia.

“La política social si bien ha sido eficaz en términos políticos no ha cumplido con su principal objetivo social. Reconocemos que los programas sociales son necesarios ante la pobreza y desigualdad que existe en el país. Proponemos un cambio de objetivo: en lugar de que sea la entrega directa de dinero, que este sea solo un medio; el verdadero objetivo debe ser que las personas y familias salgan de su condición de pobreza”, expuso.

Indicó que, el Modelo de Desarrollo Inclusivo que proponen los empresarios puede ser un faro para ampliar las posibilidades de superación de la pobreza, sí con programas sociales, pero también generando condiciones para que más empresas surjan y se generen empleos.

“No hay presupuesto público que alcance, pero sí puede haber innovación y voluntad para propiciar el surgimiento de más fuentes de empleo que se traduzcan en más y mejores ingresos para las familias. Sí a los becarios y sí a los empresarios. Con más personas participando en la vida productiva del país, se genera un círculo virtuoso que tiene como resultado una mejora continua en el bienestar de los individuos”, expuso.

Es por ello que propone que se cambie el modelo de reparto de subsidios generales por una aplicación focalizada de los programas sociales y corregir la actual asignación de los programas de transferencias monetarias para evitar la exclusión de los hogares de menores ingresos.

“También retomar el concepto del Coneval que considera que una persona está en situación de pobreza cuando tiene un ingreso menor a la línea de bienestar (valor mensual total de la canasta alimentaria y no alimentaria), para hacerlo el estándar mínimo de ingresos. Por eso en COPARMEX desde 2018 impulsamos el incremento gradual del salario mínimo. Existen iniciativas para mejorar las remuneraciones y crear trabajos dignos con derechos laborales, por ejemplo, las propuestas de Empresas por el Bienestar y de México Digno.

“Además, debemos garantizar que los empleos a los que acceden las personas vulnerables, como los indígenas, cuenten con seguridad social; terminar con la brecha de género, asegurando igualdad de oportunidades; y establecer una política de fomento al emprendimiento; y también a la economía social y solidaria que permita a las cooperativas y al conjunto de empresas de propiedad colectiva del sector social, crecer, captar inversión, acceder a crédito de la banca de desarrollo a tasas preferenciales, abrir nuevos canales de comercialización en compras públicas y contar con apoyos para la capacitación y la innovación”, expuso.

Así también, indicó que se debe avanzar en la construcción de un sistema universal de protección social, para ello es imperativo asignar presupuesto igualitario e integrar funcionalmente la atención primaria en salud. La atención primaria permite atención preventiva, detección de riesgos y control de las enfermedades en sus primeras fases.