chaneke verde

ANGEL CANO. Como seguimos en el mes de abril, continúan los cuentos infantiles. En ésta ocasión, tenemos un invitado especial, que también es verde, solo que viene de otro planeta.

“ Saludos terrícolas, Soy Yodox, un fabulnauta de Marte. Me encanta leer, ¿Saben por qué? La respuesta es simple.  Nosotros, los fabulnautas, viajamos a través del tiempo y el espacio, ¡leyendo cuentos!.  Y lo hacemos porque debemos mantener nuestras mentes ocupadas todo el tiempo, de no hacerlo, nos pasaría algo terrible, nos convertiríamos en estatuas de sal, luego entonces mis viajes son muy importantes”.

He tenido varias aventuras, en una ocasión me metí en un cuento clásico de dragones y caballeros, con princesas secuestradas; como aún no llegaba el héroe, fui yo quien se encargó del dragón, la idea era llevármelo a otro cuento, usando mi sextabulante (un dispositivo para viajar entre los libros, es como una máquina del tiempo, pero mejor, ya que también te permite volar a otras dimensiones) pero en su lugar, me llevé a la princesa a una novela de terror, con zombies y todo ello, no sé como, pero se nos pegó, lollamamos Ugh, fue necesario relajarlo para que no se tragara mi cerebro.

En ése mismo viaje accidentado, conocí a una vampiresa, un pirata y un detective. Vaya que fue divertido, aunque desesperante, pero ésa es otra historia. He viajado a islas misteriosas, mundos jurásicos con dinosaurios y tierras mágicas donde los animales se comunican con humanos y pelean contra las fuerzas del mal que quieren arrebatarles su reino.

Pues bueno, llegamos al punto de este CUENTO “Correo Universal Elegido Narrativamente Totalmente Originario”. He estado leyendo un libro llamado Claro de luna, donde un grupo de gatos guerreros, pertenecientes a diferentes bandos (clanes) deben unirse para impedir que una gran cantidad de humanos llegue a destruir el bosque para construir un nuevo Sendero Atronador, que ustedes conocen como carretera. En ése bosque, ya empezó a haber escasez de presas, lo cual es un gran problema para los gatos que ya no tienen que comer, lo mismo pasa con el río, el cual ha sido desviado para abrir paso a la carretera.

No me gusta leer historias así, es muy triste, ¿saben?. Hace un tiempo estuve en un libro, en el cual no había colores, todo era gris, era por la contaminación, el color se había ido. Yo vengo de un planeta que es casi todo rojo, resulta aburrido después de un rato, por eso viajé a la tierra, porque me encanta como se ve desde el espacio, ¡tan colorida!

Pero, para que los humanos, no detecten mi presencia, viajo entre los libros, a veces aprendo historia de la humanidad, otras veces arte o ciencia…

Yo prefiero las historias de aventuras; una vez estuve en la Antártida, viajé, gracias al libro, al tiempo en el que apenas comenzaban explorarla, por ahí de 1950. Me encantó la nieve, estuve entre osos polares, focas y pingüinos, pero hace poco, volví a ése lugar, leyendo un informe científico que me encontré; hay mucha menos nieve, osos, focas y pingüinos de lo que recordaba. Le pregunté al grupo de científicos la razón y me dijeron que era por el calentamiento global.  Como todos llevábamos gruesas chamarras, gorros, bufanda y hasta lentes para protegernos del frío, nadie notó mi piel verde.

Hace un tiempo, estuve en una novela histórica, en la cual un grupo de personas trabajaban como leñadores, talando y talando árboles, por una paga miserable que no les alcanzaba para nada. Lo que yo no entiendo, es ¿porque destruir la selva para ganar unas cuantas monedas? Yo vi que tenían demasiada comida, agua y buen clima como para existir cómodamente, incluso sin dinero. No lo entiendo, tal vez sea porque en Marte no existe el dinero. Simple y sencillamente, todos producimos todo lo que usamos y lo usamos entre todos. No hay ricos ni pobres como aquí entre los humanos. Nadie manda ni vale más que el otro. Eso sí, no hay variedad en comida, bebida, vestuario ni vivienda. Todo es igual, monótono.

Me gustaría que la realidad de éste planeta Tierra, en el que tanto me he divertido, fuera otra. Yo quisiera traer al tiempo y dimensión actual a los dinosaurios, para que les contaran a los humanos lo triste que es la extinción. Contrario a lo que muchos piensan, ellos no eran una simples bestias, si podían pensar, yo mismo he hablado con ellos. Me dicen que sueñan con volver a la realidad y recorrer el planeta como antes. También quisieran contarle a los humanos la realidad de las cosas, que no fue un meteorito lo que los mató, sino que fue su propio descuido, nunca cuidaron su entorno, creyeron que siempre habría más. Más comida, más agua, más tiempo para corregir lo que estaba mal. Pero eso se acabó y como no corrigieron nada, terminaron por desaparecer.

“Todo indica que los humanos van por el mismo camino”, me dicen cuando les cuento cosas de la actualidad. “Anda, ve y diles el peligro que corren, cuéntales lo que nos pasó y les pasará a ellos”. Por éso acepté la invitación del Chaneke verde. Pero yo no puedo salir al mundo real, así que te toca a ti informarles a todos los humanos que conozcas. ¡Porque yo puedo seguir viajando a otros mundos y tiempos, pero tu no!

– Hasta la próxima Yodox, gracias por tus palabras.

Yo también me despido, nos vemos la próxima semana. Por cierto. Ayer, día 22 de marzo, fue el día de la Madre Tierra, nuestra Gaia.

Chaneke verde

chanekeverdepachuca@gmail.com