Los países de la OTAN señalaron que desarrollarán una estrategia contra China, pues no respeta los derechos humanos ni las libertades fundamentales de sus habitantes
Los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aseguraron que no habrá guerra fría contra China, pues no es una nación que se considere enemiga.
No obstante, el secretario general de la alianza militar intergubernamental Jens Stoltenberg, señaló que sí es necesario que la OTAN forje una política común más sólida ante el creciente dominio de China.
Esta premisa la dio al remarcar que China tiene el segundo presupuesto más grande del mundo para la defensa; además, la armada más grande por lo que significa un peligro para la seguridad de las demás naciones.
De igual forma, indicó que China no comparte los mismos valores, situación que se ha visto demostrada en la forma en la que han reprimido las protestas en Hong Kong, o cómo han oprimido a diferentes minorías.
Además, los miembros de la OTAN han pedido a China que respete los derechos humanos y libertades fundamentales, así como la libre navegación en el Mar de China Meridional.
Abonando a esto, el secretario de la OTAN calificó como inaceptable la detención de dos ciudadanos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor, por cargos de espionaje. Esto fue visto por parte del gobierno canadiense como respuesta a la detención de una ejecutiva de la empresa China-Huawei, bajo petición de Estados Unidos.
Así también, ante la incipiente alianza entre China y Rusia, países que cada vez cooperan más en términos militares y políticos, las naciones de la OTAN ven esto como un serio desafío.