Las imágenes de familias de cruzando el río Amajac, en Jacala, en burros, caballos e incluso en una tirolesa hechiza, construida por los propios vecinos, sacudieron las redes sociales y forzaron una respuesta institucional
Durante décadas, los habitantes de esta región han quedado incomunicados cada temporada de lluvias. Cuando el caudal del Amajac aumenta, el paso se vuelve imposible y peligroso. Sin embargo, la necesidad obliga: ancianos, mujeres, niños y hombres arriesgan la vida para salir de su comunidad, utilizando métodos precarios como una tirolesa artesanal sostenida entre árboles.
Fue hasta que esta situación se viralizó en redes sociales, que la Secretaría de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial de Hidalgo intervino. Su titular, Alejandro Sánchez García, junto con personal técnico, acudió a la zona para inspeccionar el sitio y dar inicio al proyecto de construcción de un paso peatonal seguro que conecte a Vado Hondo con San Andrés Miraflores, en el municipio de Tlahuiltepa.
“El riesgo es inminente. No se puede permitir que las personas crucen de esta forma. Se realizarán los trámites necesarios ante la Conagua para que esta obra avance cuanto antes”, señaló el funcionario.
Esta situación no es exclusiva de Jacala. Decenas de comunidades en la Sierra Alta, Sierra Gorda e incluso en la Huasteca hidalguense viven con el mismo problema: el único acceso disponible durante las crecidas de los ríos es a caballo, y en muchas ocasiones las familias optan por quedarse aisladas para no poner en riesgo su vida.
La exigencia de estas comunidades, ahora visibilizada, pone en evidencia la deuda histórica en infraestructura para las regiones rurales del estado, donde cada temporal de lluvias convierte el aislamiento en una sentencia.
El Gobierno de Hidalgo anunció la construcción de un puente peatonal en la comunidad de Vado Hondo, municipio de Jacala de Ledezma.
