Brasil responde a Trump con la Ley de la Reciprocidad

Brasil responde a Trump con la Ley de la Reciprocidad. FotoEspecial

Brasil amenaza con restringir exportaciones clave a EU; redireccionar el niobio y otros insumos críticos podría afectar severamente a industrias estratégicas estadounidenses

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó esta semana un decreto que activa la Ley de la Reciprocidad, una contundente respuesta al anuncio del expresidente estadounidense Donald Trump, quien propuso aumentar en un 50 % los aranceles al acero brasileño.

Esta nueva legislación autoriza al gobierno brasileño a aplicar contramedidas inmediatas y proporcionales, que podrían impactar directamente en sectores clave de la economía de Estados Unidos.

Entre los productos que Brasil podría restringir se encuentran el acero, aluminio, mineral de hierro, soja, café, carne vacuna y aviar, etanol y, de manera especial, el niobio, un mineral estratégico del cual Brasil controla cerca del 90 % de las reservas mundiales. El niobio es indispensable para las industrias aeroespacial, de defensa, tecnológica y electrónica.

“No es solo una respuesta comercial, es un mensaje político claro: Brasil no aceptará medidas unilaterales que afecten su economía sin reaccionar con firmeza”, sostuvo una fuente del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.

La medida contempla no sólo aranceles de represalia, sino también la posibilidad de restringir exportaciones de insumos clave a Estados Unidos.

En el caso del niobio, el gobierno brasileño ya analiza redirigir su venta hacia China o Rusia, lo que representaría un duro golpe a la cadena industrial estadounidense, particularmente en sectores como el automotriz, tecnológico, construcción y defensa.

El gobierno brasileño ya inició conversaciones con el sector exportador para definir la magnitud y el alcance de las contramedidas, que, aseguran, serán estratégicas y selectivas.

“Tenemos la capacidad y el derecho de proteger nuestros intereses. Esta ley nos brinda herramientas para responder de forma proporcional y eficaz”, afirmó Lula al firmar el decreto.

De concretarse las restricciones, esta escalada comercial podría derivar en un conflicto geopolítico mayor, con consecuencias para los equilibrios de poder global, en momentos de creciente tensión entre potencias.

Estados Unidos, por su parte, no ha emitido una respuesta oficial, pero analistas anticipan que el gobierno estadounidense tendrá que reevaluar sus políticas comerciales frente a la presión internacional y la amenaza que representa la pérdida de acceso a recursos estratégicos controlados por Brasil.