Tras presunto intento de extracción de huachicol se desplomó un túnel en Cuautlacingo, Otumba, Estado de México; pobladores impidieron acceso de autoridades
Un túnel clandestino, presuntamente utilizado para la extracción ilegal de hidrocarburos (huachicol), colapsó la noche del jueves en la comunidad de Cuautlacingo, municipio de Otumba, Estado de México, dejando como saldo preliminar seis personas fallecidas y generando una tensa confrontación entre habitantes y autoridades.
El accidente se registró el jueves 5 de junio en una zona agrícola dedicada al cultivo de nopal y maíz, ubicada a unos 600 metros del centro de la comunidad.
Tras el colapso, una camioneta con altavoces recorrió las calles del poblado para solicitar apoyo vecinal en las tareas de rescate, ante la falta de presencia inmediata de cuerpos de emergencia.
Sin embargo, al arribo de los servicios de emergencia, policías y personal especializado, los pobladores impidieron el acceso al sitio, optando por realizar las labores de búsqueda y recuperación de cuerpos por su cuenta.
Según testimonios, los cadáveres fueron extraídos por familiares y resguardados en viviendas particulares, lo que dificultó la labor de las autoridades.
Durante la madrugada del viernes, elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) acudieron a la comunidad, donde finalmente recibieron los cuerpos de las víctimas. Posteriormente, fueron trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para llevar a cabo las necropsias correspondientes e iniciar la carpeta de investigación.
Sospechas de huachicol
Hasta el momento no existe un pronunciamiento oficial sobre la causa del colapso ni el uso específico del túnel; sin embargo, fuentes extraoficiales y antecedentes en la zona apuntan a que el paso subterráneo era utilizado para el robo de combustible, debido a su cercanía con ductos de Pemex y al patrón de construcción.
Cabe recordar que en 2020, en esa misma comunidad, fue descubierto un túnel clandestino de 200 metros, empleado también en la sustracción ilegal de hidrocarburos, el cual fue destruido por fuerzas federales.
El hermetismo de los pobladores, combinado con el historial delictivo en la región, ha generado preocupación entre las autoridades estatales y federales, quienes ahora analizan incrementar la vigilancia en zonas agrícolas utilizadas como puntos encubiertos para el huachicol.
La FGJEM realiza las indagatorias a fin de determinar las responsabilidades y esclarecer los hechos, mientras que el municipio de Otumba permanece en alerta por posibles represalias o nuevos incidentes relacionados con esta red de actividades ilícitas.