El presidente Masud Pezeshkian califica los ataques como una “agresión directa” y Estados Unidos afirma haber “devastado” el programa nuclear iraní
Teherán / Washington. En una escalada sin precedentes, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, condenó este domingo lo que calificó como una agresión militar directa de Estados Unidos luego de los bombardeos realizados la noche anterior contra instalaciones nucleares en su país. Pezeshkian acusó además a Washington de estar “detrás de las acciones hostiles del régimen sionista”, en referencia a Israel.
“Estados Unidos es el principal factor detrás de las acciones hostiles del régimen sionista contra la República Islámica de Irán. Intervino tras constatar la incapacidad evidente de Israel”, afirmó el mandatario iraní, según reportes de la agencia estatal IRNA.
Ataque sin precedentes
El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Dan Caine, confirmó en una rueda de prensa que siete bombarderos furtivos B-2 Spirit participaron en la operación bautizada como «Martillo de Medianoche», volando desde territorio estadounidense hasta puntos clave en Irán. Según detalló, los aviones realizaron múltiples reabastecimientos en vuelo y no fueron detectados por los sistemas defensivos iraníes.
“Los cazas iraníes no despegaron, y sus sistemas tierra-aire no nos detectaron”, señaló Caine.
Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró que los ataques han «devastado el programa nuclear iraní», pero enfatizó que no se busca un cambio de régimen y que los bombardeos no estuvieron dirigidos contra tropas o civiles iraníes.
Irán asegura que no hay riesgo para la población
En respuesta a la preocupación internacional por posibles efectos colaterales, la portavoz del gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani, declaró que no existe peligro para los habitantes cercanos a las instalaciones nucleares atacadas, específicamente en Natanz, Isfahán y Fordo.
“Los habitantes pueden seguir con sus vidas normalmente”, aseguró la funcionaria en entrevista con la televisión estatal.
Este ataque representa un nuevo punto crítico en la ya tensa relación entre Irán, Estados Unidos e Israel. Aunque Washington insiste en que la operación fue limitada y disuasiva, el gobierno iraní lo considera un acto de guerra encubierta.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido convocado de emergencia por varios países miembros para analizar las implicaciones del bombardeo, mientras gobiernos en Europa y Asia llaman a contención diplomática para evitar una escalada aún mayor en la región.
Irán ha sido objeto de una serie de sanciones y advertencias internacionales por su desarrollo nuclear, mientras que las tensiones con Israel y EE.UU. han escalado en los últimos años. La operación “Martillo de Medianoche” marca un punto de inflexión en la política de disuasión militar hacia Teherán.