Salud mental y el consumo de bebidas alcohólicas

Salud mental y el consumo de bebidas alcohólicas. FotoEspecial

Prevenir el uso nocivo de bebidas alcohólicas contribuye en el bienestar integral

 

Especialistas de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) señalan que, las personas con problemas de salud mental, como ansiedad, depresión o estrés, frecuentemente recurren al alcohol como un mecanismo de afrontamiento.

Sin embargo, el uso excesivo puede agravar estos problemas y generar un círculo vicioso de dependencia y deterioro físico y mental.

Además, el consumo de alcohol puede afectar negativamente el tratamiento de estos trastornos, reducir la efectividad de los medicamentos y aumentar el riesgo de comportamientos autodestructivos.

Por ello, para quienes sufren algún trastorno mental, es fundamental prevenir el abuso de alcohol.

Entre los efectos negativos que tiene el abuso de bebidas alcohólicas en la salud mental, se consideran:

  • Aumento de la ansiedad y depresión.
  • Alteraciones en el sueño, lo que conlleva a problemas de fatiga y cambios en el estado de ánimo.
  • Deterioro cognitivo, afectando la memoria, la concentración y otras funciones cognitivas, agravando, o incrementando el riesgo de problemas mentales.
  • Aislamiento social, lo que puede contribuir a sentimientos de soledad y depresión.
  • Riesgo de trastornos mentales, la incapacidad de controlar la ingesta de alcohol desarrolla otros problemas de salud mental.
  • Dificultades para manejar el estrés y las emociones.

Para promover una salud mental sólida y ofrecer apoyo adecuado la SSH recomienda buscar apoyo profesional, acudiendo a los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (CECOSAMA).

Ubicados en los municipios de Tepeapulco, Ixmiquilpan, Pachuca, Huejutla, San Felipe Orizatlán y Tula de Allende, o también, los interesados pueden comunicarse a la Línea de la Vida 800 911 2000 para recibir atención y orientación.

El consumo de alcohol en exceso provoca problemas de comportamiento y cambios mentales. Siendo los más comunes el comportamiento inadecuado, estado de ánimo inestable, falta de juicio, dificultad para hablar, problemas de atención o de memoria y la falta de coordinación.

En la infancia y adolescencia, el consumo de alcohol interfiere en la maduración del cerebro, ocasionando efectos a largo plazo en el aprendizaje, la memoria y el control de las emociones.