El magistrado señaló que «Quien diga que en tribunales no hay corrupción miente descaradamente», por lo que no había que ceder ni un poco ante este fenómeno
Ciudad de México.- Esta tarde, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, reconoció que la corrupción es un fenómeno existente en los tribunales, y que todo aquel que confirme lo contrario es porque está mintiendo.
Esto lo dijo al intervenir en la Conmemoración del 50 aniversario del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México, donde igual señaló que la corrupción era uno de los dos aspectos en donde “no hay que ceder un solo ápice”.
“Si la corrupción es inadmisible en cualquier sector del gobierno o de órganos de poder, es mucho más grave cuando lo que se vende es la justicia, no hay razón alguna que justifique la corrupción en los tribunales de nuestro país.»
“Quien diga que en los tribunales no hay corrupción, o no ha estado en un tribunal o miente descaradamente, tenemos que ser autocríticos y la única forma de mejorar un tribunal es entender los problemas que tenemos”, señaló.
Además, Zaldívar dijo que en nuestro país los tribunales no son cercanos a la gente por lo cual no existe un reconocimiento de legitimidad social.
“La gente percibe a los jueces en general como personas muy lejanas, ajenas a su vida diaria y susceptibles de incurrir en la corrupción. El mexicano normalmente visualiza a los tribunales como entidades vinculadas a los poderes fácticos, al poder económico.»
“Debemos redoblar esfuerzos para tratar de revertir esta situación con nuestro actuar diario. Requerimos tribunales más sensibles, más cercanos a la gente, tribunales que comprendan el dolor humano que hay detrás de cada expediente, que entiendan el momento social que se está viviendo: no resolvemos asuntos en una caja cristal, los resolvemos en una sociedad que exige justicia”, abundó.
Finalmente, el también presidente del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) hizo un llamado a los tribunales del país para unirse en el combate a la corrupción y la búsqueda de la paridad de género.
“Siendo transparentes y cercanos con la sociedad podemos ser, por fin, instrumentos del cambio social y no obstáculos de éste. Requerimos una justicia transformadora, que vele por los derechos humanos de todas las personas, pero sobre todo de aquellos más desprotegidos, de los olvidados, de los marginados, de los pobres de México, a los cuales, durante años, nunca se les miró desde el poder”, mencionó.