Con una votación ajustada, republicanos consolidan agenda trumpista en ley de 887 páginas; demócratas denuncian impacto en clase trabajadora y medio ambiente
Tras meses de divisiones internas, presiones políticas y negociaciones tensas, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves por 218 votos a favor y 214 en contra el megaproyecto de ley impulsado por el presidente Donald Trump, considerado el eje de su agenda legislativa.
La votación se concretó justo a tiempo para cumplir con la fecha simbólica del 4 de julio, cuando Trump prevé firmarlo como ley.
El documento de 887 páginas incluye una extensión de los recortes fiscales de 2017, una reducción temporal de impuestos a las propinas, y la imposición de un nuevo impuesto del 1% a las remesas y al pago de horas extras.
Además, destina cientos de miles de millones de dólares al gasto militar y a su plan de deportación masiva, todo ello financiado, en parte, con drásticos recortes a Medicaid y programas de asistencia alimentaria.
Entre los puntos más controvertidos se encuentra una reducción estimada de 930 mil millones de dólares en Medicaid, contraviniendo la promesa de Trump de no tocar ese programa. Según proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, 11.8 millones de personas podrían perder su cobertura médica.
Presiones internas y temor a Trump
La aprobación del proyecto fue posible tras intensas presiones de Trump y del presidente de la Cámara, Mike Johnson, quienes realizaron llamadas personales hasta altas horas de la madrugada para convencer a los últimos disidentes republicanos. Solo dos representantes del partido, Thomas Massie y Brian Fitzpatrick, votaron en contra en la sesión definitiva.
Massie, que inicialmente bloqueó la votación de procedimiento, cambió su postura tras pedir a Trump que dejara de atacarlo públicamente. La influencia del presidente fue reconocida incluso por sus correligionarios. “Si Trump y Vance no se hubieran involucrado, no se habría aprobado”, dijo el representante Tim Burchett.
Voto dividido en el Senado y rechazo demócrata
El Senado aprobó el texto el martes con una votación de 51 a 50, gracias al voto de desempate del vicepresidente J.D. Vance. Solo tres senadores republicanos —Rand Paul, Thom Tillis y Susan Collins— votaron en contra.
Los demócratas votaron en bloque en contra, denunciando la ley como una redistribución de recursos a favor de los más ricos a costa de la clase trabajadora. El líder de la minoría, Hakeem Jeffries, ofreció un discurso de 8 horas y 44 minutos en protesta, alegando que la ley fue aprobada “al amparo de la oscuridad”.
Además de los recortes sociales, el proyecto elimina incentivos fiscales para las energías limpias, afectando especialmente a estados rurales con proyectos en desarrollo.
Según estimaciones oficiales, la ley aumentará la deuda nacional en 3.3 billones de dólares en la próxima década, elevando además el techo de endeudamiento en otros 5 billones. Los ingresos que se dejarán de percibir por la reducción de impuestos superan por mucho los recortes propuestos.
El nombre formal de la legislación es “Ley para la reconciliación de conformidad con el título II de la Resolución Constitucional 14 de la Cámara de Representantes”. Originalmente, Trump quería llamarla “Ley de un Proyecto de Ley Grande y Hermoso”, pero la oposición demócrata logró cambiarlo al considerarlo inapropiado para una norma presupuestaria.