Nuevo estudio señala que hacer ejercicio de forma intensa está asociado con diferentes aspectos de la memoria y salud mental
Memoria y salud mental pueden estar influenciados por la intensidad del entrenamiento, personas con entrenamiento intenso tienen altos niveles de estrés.
Un nuevo estudio de Dartmouth señaló que realizar ejercicio de forma intensa y específica durante un periodo prolongado está asociados con diferentes aspectos de la memoria y salud mental. De esa forma, se encontraron datos que muestran cómo ser sedentario afecta la memoria.
Los investigadores solicitaron a 113 usuarios realizar una serie de pruebas de memoria, las cuales constaban de preguntas sobre salud mental y datos sobre su estado físico del año anterior. Se esperaba que las personas activas tuvieran mejor rendimiento, pero los resultados fueron más matizados.
Según se reportó, las personas que hacían ejercicio a baja intensidad se desempeñaban mejor en algunas tares. Por su parte, quienes hacían ejercicio a alta intensidad lo hacían mejor en otras tareas de memoria.
Además, los participantes que eran más intensamente activos reportaron niveles de estrés más altos. Las personas que hacían ejercicio regularmente a intensidades más bajas mostraron tasas más bajas de ansiedad y depresión.
Una investigación previa se centró en los efectos del ejercicio sobre la memoria durante un período de tiempo relativamente corto durante varios días o semanas. Pero, los investigadores de Dartmouth querían examinar los efectos durante un período de tiempo mucho más largo.
Entre la información recopilada se encuentra el conteo de pasos diarios, frecuencia cardíaca promedio, cuánto tiempo pasó haciendo ejercicio en diferentes «zonas de frecuencia cardíaca» definidas por FitBit. Los participantes en el estudio fueron reclutados en línea de Mechanical Turk de Amazon, una fuerza laboral de colaboración abierta.
Durante la investigación se aplicaron tareas de memoria para probar a diferentes aspectos de las habilidades de los participantes, en diferentes escalas de tiempo. Dos conjuntos de actividades tenían como objetivo probar el área «episódica», el usado para recordar eventos autobiográficos. Otro conjunto de tareas eran para probar la «espacial», el usado para recordar ubicaciones. El último conjunto de actividades evaluó la «asociativa», la capacidad de recordar conexiones entre conceptos u otros recuerdos.
Algunos resultados encontraron fueron que los participantes más activos durante el año anterior habían mostrado un mejor rendimiento de la memoria en general. No obstante, las áreas de mejor dependían del tipo de actividad realizada por las personas.
Por su parte, los investigadores encontraron que quienes realizaban a menudo ejercicio a intensidad moderada tenían un mejor desempeño en las tareas de memoria episódica. Quienes hacían a menudo ejercicio a intensidades altas lo hacían mejor en tareas de memoria espacial. Finalmente, los participantes sedentarios tuvieron un peor desempeño en las tareas en el área espacial.
Sobre la conexión entre la salud mental de los participantes y el rendimiento de su memoria se destacó que los participantes con ansiedad o depresión se desempeñaban mejor en tareas de las áreas espacial y asociativa. Mientras que aquellos con trastorno bipolar autoinformado tendían a desempeñarse mejor en las tareas del sector episódico. Los participantes con niveles más altos de estrés tendieron a desempeñarse peor en las tareas asociativa.