La primera caminata espacial privada de la historia

Jared Isaacman y Sarah Gillis protagonistas de la primera caminata espacial privada de la historia. Foto: SpaceX

Jared Isaacman y Sarah Gillis, dos astronautas no profesionales  salieron de la nave espacial para probar tecnologías espaciales comerciales

El multimillonario Jared Isaacman que dirige la misión Polaris Dawn, y Sarah Gillis, ingeniera de SpaceX, realizaron la primera caminata espacial privada; salieron y volvieron a entrar a la nave espacial para probar tecnologías espaciales comerciales

Los dos astronautas no profesionales han completado con éxito la primera caminata espacial costeada por el sector privado y han probado los trajes diseñados por la firma SpaceX, de del controvertido magnate Elon Musk.

En la estratosfera y orbitando a cerca de 30.000 kilómetros por hora, el multimillonario Jared Isaacman, de 41 años, integrante de la misión Polaris Dawn, salió de la cápsula espacial a las 10.52 am GMT del jueves.

«De vuelta a casa tenemos mucho trabajo por hacer (…) Pero desde aquí, la Tierra parece un mundo perfecto», declaró el entusiasta espacial mientras estaba de pie en una escalera mirando hacia el planeta.

El empresario y Sarah Gills, han conseguido un hito al ingresar al selecto club conformado, hasta ahora, exclusivamente por pilotos militares y científicos cuidadosamente seleccionados y entrenados por agencias gubernamentales.

Desde SpaceX han afirmado que lo ocurrido este jueves forma parte de su plan para llevar misiones tripuladas «hacia la Luna, Marte y más allá».

El éxito de la operación refuerza aún más el hecho de que los viajes espaciales ya no son competencia exclusiva de los astronautas profesionales que trabajan en agencias espaciales gubernamentales como la NASA. Y, ahora tampoco lo son las temerarias caminatas espaciales, en las que los astronautas se protegen únicamente con sus trajes espaciales de la perdición sin aire.

La caminata espacial privada es la primera de tres misiones Polaris; Elon Musk y Jared Isaacman pretenden acelerar los avances tecnológicos necesarios para hacer realidad la esperanza de Musk de enviar algún día personas a Marte.