La verdadera careta del PAN

Desde la Revolución Francesa, en 1789, existían los grupos de derecha e izquierda. Los girondinos que se sentaban de lado derecho en la Asamblea Constituyente, pertenecientes a la alta burguesía, siempre conspiraron en contra de las clases bajas, mientras que los jacobinos velaban por la voluntad popular emanada del interés comunitario. De ahí nace este grupo que busca garantizar igualdad de condiciones sociales y económicas. 

Por eso es que hago una remembranza. Algunos años atrás, escuché una plática impartida por un ex senador del PAN, con el propósito de conocer la ideología de dicho partido. Cabe mencionar que estaba muy joven y siempre he sido una mujer con hambre de aprendizaje y conocimiento. Al comenzar la plática, me percaté que su corriente de pensamiento era muy extremista, ligada a vínculos religiosos, empresariales y con valores muy diferentes a mi pensar. Comencé a investigar y a preguntarme un sinfín de cuestiones: “¿por qué si el PAN es un partido de valores segrega a la comunidad LGBTTTIQ+?”, “¿por qué dicen tener valores y no se ponen en el lugar de las personas más vulnerables?” Dándome cuenta de que existe una incongruencia entre lo que dicen y lo que realmente hacen. Siempre navegan con una bandera de humanistas y de la apelación al perdón, pero algunas personas militantes del PAN de humanistas no tienen nada de aquel discurso. 

Hablando del conservadurismo, VOX, un partido de ultraderecha, que defiende la vida, la familia, que se dice ser libre y valiente pero sectario, organizó una reunión con senadores del PAN, buscando unificar esfuerzos a través de la firma de la Carta de Madrid. Digo que los dos partidos son lo mismo porque solamente luchan por sus intereses. He visto su verdadera cara. Un sistema político homófobo, racista, clasista, conservador, xenófobo, pero, sobre todo, un partido que margina a los que menos tienen, a la gente trabajadora y luchadora. 

Por suerte, contamos con un gobierno que transforma ideas en acciones. Una administración que vela por el pleno respeto de los derechos humanos, los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, así como por la comunidad LGBTTTIQ+, los migrantes, los adultos mayores, las personas con discapacidad,  los jóvenes, mujeres y niños que buscan mejorar su calidad de vida. En específico, por los más vulnerables de México. Esa es la prioridad de este gobierno. 

Ante esto, hago honor al expresidente Benito Juárez. Luchemos por la separación del estado laico y del poder económico como político. Pongámosle un alto a la manipulación religiosa de partidos de ultraderecha.