Para formar su equipo de trabajo la coordinadora nacional del Frente Amplio por México tiene graves dificultades. Ella mismo puso varios requisitos, No rateros (chin Alito, ni modo), no huevones, (pácatelas Marko) y no pendejos (ni modo Chucho).
Con esos requisitos pues no es fácil formar equipo en un frente conformado por los tres partidos viejos y repudiados por sus ya muy conocidas formas de actuar y hasta de gobernar.
Para ello ya tuvo que incorporar a un Enrique De la Madrid, hijo de uno de los presidentes más desprestigiados, conocido por sus devaluaciones, mal manejo de la economía y que fue quien incorporó a su equipo de trabajo a los neoliberales más corruptos y ambiciosos de que se tenga memoria; Carlos Salinas, Emilio Losoya Thalmann, y su grupo de niños ricos estudiantes de economía conocidos como Los Toficos, en relación a un comercial de dulces que rezaba “Toficos uy que ricos. Esto en relación a la fortuna de sus familias.
Entre ellos también figuraba Manuel Camacho Solís, padrino político de Marcelo Ebrard. Se decían políticos de izquierda cuando en realidad eran los más recalcitrantes neoliberales formados en escuelas de Estados Unidos. Con la meta de abrirle la puerta en la economía y negocios del nuestro país a los vecinos del norte. Tal como ocurrió.
A la senadora en campaña le falta un buen comunicador, o muchos, que le asesore sobre que decir en público y deje de meter la pata cada vez que abre la boca.
Asesores políticos que le elaboren un verdadero plan de gobierno para 2024-2030 y que dejen de atacar a López Obrador y su familia. Eso no le va a dar votos, al contrario.
Los discursos de Alejandro Moreno o de Gustavo Madero, diciendo que estamos viviendo la destrucción del país, nadie se los cree, porque los mexicanos estamos viviendo una etapa de bonanza palpable. Vean los informes de los bancos o de las grandes empresas, la inversión extranjera, la cantidad de obras que se están haciendo, escuelas públicas, hospitales, trenes, carreteras, presas, refinerías, aeropuertos y lo importante la ayuda a la gente más necesitada. Y todo sin endeudar al país.
Urgen ideólogos en la oposición que le den rumbo con discursos creíbles y metas de crecimiento que beneficien a todos y no solo a unos cuantos.
Propuestas que aseguren crecimiento y justicia pareja, norte, sur, oriente y occidente. Obras de gran envergadura que creen muchos empleos y políticas que lleven a mejores empleos y mejores salarios.
Es decir bienestar para todos.