Comparece Rogelio Jiménez Pons, director de Fonatur ante Comisión de Comunicaciones y Transportes.
Ciudad de México.– Al comparecer ante el Senado como parte del análisis del Tercer Informe de Gobierno, el titular de Fonatur Douglas Rogelio Jiménez Pons reveló que se han interpuesto 25 amparos, por particulares y organizaciones sociales en contra de la construcción del Tren Maya.
Ante la Comisión de Comunicaciones y Transportes, que preside la senadora Lucía Meza Guzmán, el director general del Fonatur, destacó que las proyecciones económicas para la construcción del Tren Maya cambiaron por el aumento de los tramos de doble vía, su electrificación y el incremento en el número de estaciones, pasando de un costo inicial de 140 mil millones de pesos, a casi 200 mil. Cifras que, aclaró, representan “un estimado que estamos ajustando”.
Refirió que de acuerdo con un estudio de ONU-Habitat, la obra detonará la creación de 750 mil nuevos empleos formales en municipios por estaciones, así como 150 mil empleos rurales. En 10 años, precisó, se crearán más de un millón de puestos de trabajo como parte de la construcción del Tren.
Por su parte, la senadora Lucía Meza Guzmán dijo que Fonatur es una institución clave para el desarrollo de la inversión turística sustentable en México, ya que contribuye a mejorar la igualdad social, la consolidación y modernización de destinos turísticos y la competitividad del sector en beneficio de la población.
En contraparte, la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz del PAN, lamentó que las comunidades indígenas no hayan sido consultadas adecuadamente. Destacó lo referido por diferentes representantes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos respecto al incumplimiento de los estándares internacionales y violación de derechos humanos de los habitantes por donde cruzará el Tren.
El director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo agregó que para 2030 se estima que ayude a que 200 mil personas superen la línea de bienestar mínima, así como para que disminuya 27 por ciento el tamaño de la población con carencias económicas en la zona de impacto del proyecto.
Aseguró que el Tren Maya es parte de una Estrategia Nacional que busca rescatar el sureste de México, y servirá como detonante de desarrollo, para “saldar una deuda histórica” con esta región, ya que reducirá la desigualdad entre las comunidades y las integrará a las dinámicas económicas nacionales e internacionales, expresó.
La obra representa una oportunidad de articulación del territorio, que ofrecerá servicios de pasajeros locales, turistas, carga y que recorrerá una distancia de mil 554 kilómetros, con 21 estaciones y 17 paraderos, que contará con “trenes de primer mundo”, asentó.
Recordó que el eje social partió con la Consulta Indígena, para la cual se realizaron 75 asambleas regionales, con el acompañamiento de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios Para Proyectos (UNOPS), de ONU-Habitat, y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).