La propuesta de los miembros de la Asamblea Municipal de Mineral de la Reforma ya provocó una oleada de críticas ante lo que llaman un abuso de los servidores públicos.
Una ola de críticas por parte de los habitantes de Mineral de la Reforma provocó la supuesta propuesta de algunos regidores que buscan un “bono de marcha” de 300 mil pesos para cada uno.
La iniciativa ha causado gran controversia, pues de prosperar dejaría un gran hueco en las finanzas del municipio ya que tendrían que erogarse para cubrir el bono, cerca de 7 millones de pesos.
Mineral de la Reforma o “Pachuquilla”, como también se le conoce a este municipio, colinda con la capital de Hidalgo y es de las demarcaciones más habitadas de los 84 Ayuntamientos.
Aquí se concentran graves zonas de pobreza y marginación, pues el municipio creció de manera desordenada y por ello hay más de 110 comunidades, rancherías, pueblos y villas donde habitan más de 202 mil personas cuyas necesidades básicas son caminos, agua potable y electrificaciones, seguridad y empleo.
Sin embargo, al parecer eso es lo que menos les importa a los regidores involucrados en esta propuesta.
Entrevistado al respecto, el panista Jhair García Reyes, quien contendió por el Ayuntamiento de Mineral de la Reforma, aclaró que él no promueve, ni estaría a favor de una iniciativa así.
Por el contrario, consideró que es excesivo y los regidores solo tendrían que retirarse al concluir el gobierno municipal con lo que la ley les confiere.
Algunos de los regidores señalados de promover esta iniciativa son: Abril Ortiz Díaz, Enrique Ángeles Reyes y Francisco Javier Vargas Pacheco, del PRI; Germán Montealegre Salvador, de Morena; Dulce Ma. Sánchez Martínez, de Nueva Alianza, y Luis Enrique Baños Gómez, del PAN, aunque este también rechaza los señalamientos.
Quienes promueven este bono, pretenden que esta misma semana sea aprobado a fin de que el Ayuntamiento se prepare para hacer el pago.
El alcalde en funciones, Fernando Escalante, ha expresado su inconformidad con esta iniciativa, manifestando su desacuerdo con el bono propuesto.
A pesar de su oposición, los regidores insisten en llevar la propuesta a sesión de cabildo y aprobarla en una asamblea a puerta cerrada, lo que ha generado aún más descontento entre la población y del personal del Ayuntamiento.