El Congreso de la CDMX aprobó el espectáculo taurino sin violencia; sin sangre, estocadas ni banderillas.
Este martes 18 de marzo, el Congreso de la Ciudad de México (CDMX) aprobó con 61 votos a favor y uno en contra, la iniciativa para regular las corridas de toros y se presenten como un espectáculo sin violencia.
A pesar de la amplia aceptación por parte de los colectivos a favor de los derechos de los animales y activistas, la iniciativa que impulsó la jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha sido blanco de críticas por el sector taurino.
La iniciativa se aprobó entre un debate sobre la protección de la vida de los animales y sus derechos y la defensa de la tauromaquia.
Por lo que, tras buscar la prohibición total de la «fiesta brava» en la capital, se modificó la iniciativa de la reforma a la Ley de Protección y Bienestar Animal para crear corridas de toros sin violencia.
Por su parte, toreros, ganaderos, empresarios y seguidores de la tauromaquia señalan que a pesar de no prohibir por completo esta actividad, estas modificaciones comprometen la tradición, así como cientos de empleos.
¿Qué dice la iniciativa de las corridas de toros sin violencia?
El dictamen busca evitar que hieran o maten a los animales en las corridas de toros o espectáculos taurinos, tanto durante como después del evento. De acuerdo a la reforma que se aprobó, esto incluye: novilladas, rejoneo, becerradas, festivales taurinos y tientas.
“Espectáculo taurino sin violencia. La realización de corridas de toros, novilladas, rejoneo, becerradas, festivales taurinos y tientas en las que no se cause ningún tipo de lesión a los animales ni se les provoque la muerte durante o después del evento”, señala la reforma.
¿Cuáles son las modificaciones?
- Se prohíben las lesiones y muerte del todo, dentro y fuera del evento.
- Se eliminarán las picas, espadas y banderillas para que el espectáculo se realice sin sangre y se proteja al animal.
- Se protegerán los cuernos de los toros para evitar lesiones a los toreros.
- El tiempo de las corridas estará limitado de 10 con un máximo de seis ejemplares por corrida.
- Al finalizar el espectáculo sin violencia, el toro o novillo debe ser devuelto a la ganadería o a su propietario.